Método Lean

El método “magro” (¿a que estás aprendiendo un montón de inglés con nuestro glosario?) es el actual jamón de bellota cuando quieres montar un negocio. Y por magro, véase un enfoque empresarial diferente que se diferencia de lo que se hacía hace décadas: ya no tienes que hacer un plan de negocio estático con una visión de futuro a cinco años totalmente hermética y cerrada (aparte, hoy en día es imposible hacer algo así).

Se desarrolló a partir de la teoría de desarrollo de clientes del famoso Steve Blank y se basa en tres ideas para desarrollar productos innovadores:

  1. Hipótesis: el punto de partida del emprendedor no es un plan de negocio, sino unas hipótesis que tendrá que ir validando.
  2. Desarrollo de clientes: la validación de esas hipótesis se realiza saliendo y hablando con el potencial cliente, que debe ser el centro de toda estrategia.
  3. Desarrollo ágil: el quid de la cuestión se basa en crear – medir – aprender, crear – medir – aprender… (y así hasta el infinito) para ir desarrollando tu producto o servicio con  feedback real. Pero no puedes hacerlo a velocidad tortuga (por eso lo de «ágil»): tendrás que hacerlo rápido para evitar que cuando quieras levantar la cabeza te encuentres en Pernambuco, muy lejos de donde querías ir… y de lo que necesita tu cliente. 

Así evitas cualquier despilfarro -cualquier cosa que no aporte valor al consumidor-.

«El método lean» también es un libro de Eric Ries, lo más parecido a la “biblia” del emprendedor. (Que conste que no cobramos por la publicidad, pero es que está muy bien).