¿Te suena la micromovilidad? ¿No? Vale. ¿Y si te hablo de patinetes eléctricos, scooters, ebikes, bicicletas dockless y segways? Ahora sí, ¿verdad?

Descubre por qué los formatos pequeños de transporte se han convertido en un mercado millonario para superar los desafíos de la “última milla” (ahora te explicamos lo que es). Startups y grandes empresas están lanzando soluciones para facilitar el transporte de personas y mercancías en las ciudades, que ya causan una revolución urbana. Incluso los gigantes de la industria automotriz y logística se han sumado con inversiones.

La revolución de la micromovilidad: transporte de puerta a puerta

¿Qué no darías por llegar a tu destino en un abrir y cerrar de ojos, sin sufrimiento y sin apenas despeinarte cada vez que te trasladas por la ciudad?

Si vives en una gran urbe, sabes de lo que te hablo. Por ejemplo en Madrid, el tráfico de la hora punta de la mañana puede arrebatarte casi un 50% más del tiempo que lleva tu itinerario en condiciones normales, según el ranking TomTom que mide la congestión en distintas ciudades del mundo.

No te voy a aburrir con eso de que la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte cada vez más valioso en las ciudades (aunque ¡vaya si es cierto!). Pero merece la pena que te cuente los últimos avances en la industria tecnológica, y sobre los que hacen negocios con ella, para tal vez inspirarte nuevas ideas que contribuyan a agilizar el transporte urbano de personas y productos.

Puedes estar seguro de que en este terreno hay un amplio espacio para alternativas novedosas, sobre todo en el segmento de la llamada micromovilidad y movilidad de última milla, es decir, las soluciones de transporte de formato ágil para tramos que van de cinco calles a cinco kilómetros, tramos que puedes hacer montado en un patinete u otro vehículo liviano, como una ebike plegable.

Lo mismo sucede con los paquetes de tus compras online, que podrían llegar a tus manos con soluciones autónomas, más eficientes y a menor coste.

El momento de tendencias alineadas parece ideal: sostenibilidad, infraestructura y  ciudadanos siempre deseosos de mejorar su calidad de vida.

Micromovilidad: solución para la última milla

La llamada “última milla” es el tramo considerado punto crítico del sector del ecommerce. Parece irónico que, con los medios de transporte actuales, un artículo puede llegar rápidamente a un hub que está en las antípodas, pero una vez allí, tiene una larga travesía hasta las manos del usuario final.

Por eso la micromovilidad ya empieza a impulsarse para este complicado “tramo” que representa el talón de Aquiles del comercio online.

Algunos impulsores de este movimiento -que en algunos casos incluye manifiestos– aseguran que en los últimos tres años el cambio en la movilidad de las personas ha experimentado una transformación similar a la que ha ocurrido con el uso de los ordenadores en sus primeros 20 años.

500 millones de usuarios hacen de la micromovilidad la adopción tecnológica más rápida de la historia

“En un tiempo muy corto vehículos pequeños y eficientes están alejando a los usuarios de alternativas pesadas e ineficientes. En muy poco tiempo, los patinetes compartidos y las bicicletas sin docks han captado a casi 500 millones de usuarios, haciendo de la micromovilidad la adopción tecnológica más rápida de la historia”, asegura el grupo de organizadores de la conferencia de micromovilidad en enero en San Francisco encabezado por Horace Dediu, un reconocido analista de la industria tecnológica.

Según sus cifras, 150 mercados al año se abren a esta tendencia, mientras que las empresas que incursionaron consiguieron 3.000 millones de dólares estadounidenses de capitalización en el curso de 2018. Señal de que el capital está fluyendo.

cifras negocio micromovilidad
Fuente: The Micromobility Conference

Romper las reglas para crear nuevas

Parece que ocurrió hace tiempo, pero fue apenas el año pasado cuando San Francisco se vio invadida por patinetes eléctricos que empresas como Bird, Lime (con participación de Uber) y Spin pusieron a disposición de los residentes para que pudieran trasladarse literalmente de puerta a puerta.

Poco tiempo después, la ciudad decidió frenar un poco y detenerse a regular la actividad: llevaron a cabo un programa piloto para desarrollar el servicio de una manera ordenada, autorizando a solo algunas compañías con una cantidad limitada de unidades.

La razón: según las autoridades, se había generado un descontrol en la vía pública. La seguridad también fue un problema, con numerosos accidentes, como ocurrió en Madrid, o recientemente en ciudades de Suiza, entre otros motivos por fallos del software de algunas máquinas.

Aunque polémico, el servicio de patinetes compartidos a tarifa baja ya rompió con lo establecido y se está expandiendo de forma acelerada en urbes de Estados Unidos, Europa y otros continentes.

A España han llegado plataformas como Bird, Wind, Voi, Lime y Koko, que también requieren un ordenamiento en las calles. Por mencionar el caso de la capital, el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado en octubre una nueva ordenanza que clasifica patinetes y segways como “vehículos de movilidad urbana”, y bicis eléctricas, y ordena sus reglas de seguridad, tránsito y aparcamiento.

Con los ajustes necesarios de lo disruptivo, los vehículos eléctricos urbanos sumados a la colaboración se van incorporando al pulso de las ciudades. Y hay más por venir:  Johan Herrlin, CEO de Ito World, una startup que provee datos de transporte a compañías como Google, vislumbra en 2019 “una revolución de la micromovilidad eléctrica”, por su enorme capacidad para resolver los más grandes problemas en las urbes. Eso, vaticina, multiplicará los servicios, que podrán eludir los nuevos desafíos que han surgido sobre seguridad y legalidad.

Patinetes y mejor experiencia de usuario

El modelo de negocio de los patinetes compartidos dinamizó la industria: generó una necesidad que dio lugar a una nueva tecnología presentada en la feria CES (Consumer Electronics Show) Las Vegas este año.

Segway-Ninebot presentó un nuevo modelo de patinete eléctrico, el “Model Max” que promete superar el desafío de desgaste al que fueron expuestas las versiones anteriores con uso intensivo.

Esto equivale a mejorar la ecuación económica para las compañías que brindan el servicio, con menores costos operativos y de mantenimiento, incluso con mayor resistencia a factores climáticos, según la promesa de la compañía.

Pero también mejorar la experiencia de usuario: alcanza una velocidad máxima de 20km/h, pesa poco más de 11 kilos, y es plegable, lo que lo hace apto para combinar con el transporte público.

Esta es solo una de varias opciones disponibles en el mercado, como el reconocido Mi electric Scooter, del gigante chino Xiaomi, también presente en servicios colaborativos.

En España, los patinetes rondan los 400 euros, precio equivalente al precio de una bicicleta convencional.

Las automotrices no quieren quedarse fuera

Tal como han hecho varios grandes del sector con bicicletas eléctricas, las grandes firmas automotrices no quieren ceder espacio en ningún frente si de movilidad se trata. Mientras se ocupan de transformar sus modelos en vehículos eléctricos, también se dan margen para atender a la última milla.

Por mencionar solo algunos, BMW, Volkswagen, Peugeot y Seat han presentado sus patinetes eléctricos y versiones mejoradas en el último par de años.

Ya sea con dos o tres ruedas (como el Electric Scooter Concept de Peugeot, o el Citiskater de Volkswagen), los fabricantes presentan la solución como un complemento de transporte urbano para agilizar el paso desde el lugar de estacionamiento, la parada o la estación con un vehículo que cabe debajo del escritorio de la oficina y puede recargarse en el maletero o en el tren.

Oportunidades en ecommerce

El 80% de las entregas de última milla serán resueltas con vehículos autónomos para 2025

La logística de la última milla es otra de las artistas de la micromovilidad, el tramo más caro del proceso de las entregas a domicilio en ciudades atestadas de vehículos. Por eso, según la consultora McKinsey, el 80% de las entregas de última milla serán resueltas con vehículos autónomos para 2025. Y aunque la industria ha invertido fuertemente en drones, mucho de lo que está ocurriendo va por tierra.

Isidro de Pablo, académico de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Centro de Iniciativas Emprendedoras de la UAM (CIADE), cree que la disfunción existente en este mercado, donde las empresas se ven presionadas a ofrecer precios bajos mientras tienen que incurrir en costos adicionales en las entregas cuando no logran una completa eficiencia, “justifica la innovación y el desarrollo de nuevas soluciones”.

Isidro de Pablo ve al sector como un ámbito propicio para el emprendimiento: “La confluencia de la tecnología y de diferentes perspectivas empresariales crean nuevas oportunidades”, agrega.

Innovación en logística

El modelo con más posibilidades de triunfar en este campo, dice el director del CIADE, es el de innovación abierta, con proyectos que surjan desde startups disruptivas y puedan aportar valor y ser incorporados a plataformas de distribución. De este modo, harían avanzar al sector en forma colaborativa con alianzas entre jóvenes firmas (sobre todo orientadas a B2B), gigantes logísticos y la industria automotriz.

El desafío de reducir costos logísticos -con tecnologías eficaces y a la vez limpias- pasa por combinar:

  • big data (para el diseño inteligente de rutas de entrega)
  • vehículos eléctricos autónomos
  • robótica

Claro que “se trata de tecnologías emergentes, por lo cual no cabe esperar una revolución, sino experimentaciones, fracasos y mejoras”, advierte de Pablo, que apunta además la necesidad de que la infraestructura acompañe la implementación de sistemas autónomos.

Las unidades de Starship, una startup entre cuyos inversores está Daimler, y Ninebot-Segway, que lanzó en la CES el Loomo Delivery, son claros ejemplos de este otro tipo de vehículos eléctricos que podría incorporarse a la cotidianidad de las ciudades, junto con los patinetes y las ebikes.

Datos, otro negocio dentro de la movilidad

Emprender en micromovilidad no siempre se relaciona con la oferta de vehículos, sino que puede estar vinculado a lo que ocurre tras bambalinas. El caso de Ito World aporta un ejemplo valioso.

Esta empresa basada en Londres permite facilitar datos sobre plataformas de movilidad que se incorporan a los motores de búsqueda y acercan la información a los usuarios. Estos datos permiten facilitar e impulsar el uso de servicios de transporte complementarios.

Un ejemplo práctico: incluir la información de las bicicletas compartidas en Google Maps ayuda a promocionar un transporte multimodal, que incluye los medios disponibles para transitar la última milla. Los datos permiten además prever el movimiento de bicicletas en cada estación, con información en tiempo real, lo que genera más eficiencia en el sistema y a su vez mayor adopción.

Quizás tu startup sea la que dé con esa app de gestión de tu movilidad integrando todas las opciones posibles, entre ellas la micromovilidad. En cualquier caso, todo apunta a que tú también, como usuario, te beneficiarás de estas tecnologías en transporte y logística.

¿Has usado alguna de estas soluciones de última milla? ¿Crees que el negocio perdurará?

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