¿Te gustaría leer los emails de tu jefe? ¿Saber cuántos euros recibe por su trabajo tu superior o quién se sienta a tu lado? ¿Cuánto darías por acceder a los datos de tu competidor?

Pues, por extraño que parezca, para algunas startups, todo eso -o parte, según el caso- es posible. Se trata de un grupo de empresas que abre la información de sus operaciones bajo el concepto “Open Startup”, en oposición a la política de confidencialidad de la esfera empresarial de traje y corbata.

Este movimiento, que hasta ahora parece ausente en España, promueve una filosofía de transparencia que también se relaciona con el marketing.

 

¿Cómo y por qué ser una startup abierta?

 

Las que se posicionan en esta categoría, son startups que abren y comparten datos de relevancia, como ingresos, usuarios y tráfico, entre los más básicos. Estos suelen publicarse en las propias webs y en sitios específicos o listados, como el que incluye Baremetrics, que exponen cifras y cuadros desnudando ante los ojos del observador historias de éxito, o no tanto, de jóvenes compañías.

Entre ellas, hay casos como el de Buffer, una empresa que ofrece herramientas de gestión de redes sociales, con un equipo de 85 empleados en 15 países, y de código abierto.

A su vez, las cifras que se ofrecen tienen el respaldo de plataformas, como puede ser Google Analytics o ChartMogul, que aparecen como garantes de la fidelidad de las métricas expuestas en esta suerte de auditoría pública.

Para que tengas una referencia de esta apertura, aquí puedes consultar la hoja de cálculo que contiene los salarios de Buffer, cuyo CEO recibe unos USD 280.500 al año. O puedes navegar en los datos de la plataforma de trabajos remotos Nomadlist, devenida open startup desde 2018.

 

Nomadlist_open startup_StartPoint

 

Too much information?  

¿Muy osado para ti? Claro que puede resultar algo radical, en especial cuando tu firma es pequeña y aún estás dando sus primeros pasos. Sin embargo, los defensores de esta política sostienen que tiene múltiples beneficios.

Por un lado, aseguran que hay ventajas para empresas y productos abiertos sobre cómo obtienen ingresos, en particular en estos tiempos de consumidores ávidos de información para guiar sus elecciones.

Por otro lado, afirman que hay un beneficio colectivo, en tanto la apertura promueve el desarrollo de comunidades, incluso con miembros independientes que descreen de las metodologías corporativas tradicionales. Cualquiera puede atestiguar en tiempo real el feedback o reacción de usuarios o potenciales clientes. Incluso talentos que puedan reclutarse y posibles inversores.

 

Apertura, en las buenas…

Enric Serradell López, vicedecano de programas emergentes de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que ofrece un programa de Entrepreneurship e Innovación, aborda el concepto de apertura en el universo emprendedor.

Allí, ya resulta familiar, por ejemplo, hablar de ‘open innovation’, que alude a la colaboración para innovar. “Sin embargo, abrir de esta manera los KPIS (en inglés, Key Performance Indicator, o Indicadores Clave de Desempeño en español) es chocante a primera vista, y realmente fascinante”, contrasta.

“Estas son empresas pioneras. Hace años era impensable, pero el mundo evoluciona hacia esa tendencia de largo plazo, hacia el concepto open. Y esto es curioso en un mundo donde el dinero lo ofrecen la información y los datos”, analiza Serradel López.

Ser abierto es ponerse en un escaparate. “Es una forma muy interesante de mostrarse al mundo y a las grandes empresas, porque no olvidemos que las startups son empresas digitales pequeñas con un modelo de negocio más o menos testeado y escalables, cuyo valor no solo es determinado por lo que son capaces de hacer sino por las sinergias que puedan crear”, dice el educador de la UOC.

Y es en esa instancia de crecimiento donde necesitan acaparar las miradas.

Entonces, añade, la apertura puede funcionar como un “pre-filtrado”, facilitando la búsqueda a potenciales inversores con limitaciones para explorar un mar de startups. “Esto es oro puro para que fondos de inversión, business angels o empresas puedan identificar posibles compras”, opina.

 

Los porqués, en una experiencia  

Baremetrics es una startup abierta de San Francisco que ofrece análisis de métricas y herramientas de engagement a empresas de software as a service y de negocios de suscripción.

 

¿Por qué tomó ese camino?

“Baremetrics no era una startup abierta en sus inicios. El motivo por el que empezamos a compartir nuestras métricas fue porque en aquel momento la gente quería ver cómo funcionaba Baremetrics, pero no teníamos un demo”, cuenta a StartPoint Dominique Jackson, responsable de marketing de contenidos de Baremetrics. Entonces, la propia compañía se convirtió en el demo.

Pero además, por ser nuevos en el segmento, buscaron compararse con negocios similares. Y responderse, por ejemplo, si sus ingresos mensuales estaban en línea con los de otras jóvenes empresas, una evaluación comparativa que hoy genera valor para la empresa.

 

¿Cuáles fueron los beneficios?

Impulsa el crecimiento

“Ser una startup abierta ha sido uno de los mayores impulsores de nuestro crecimiento”, asegura Jackson, destacando la atracción que genera la transparencia entre otros fundadores.

“También es una gran técnica de marketing porque nos brinda una fuente inagotable de contenido con el que nuestro público objetivo puede identificarse”, destaca.

Ser transparente funciona sobre todo en un momento en que usuarios y consumidores han puesto más que nunca a las firmas tecnológicas bajo escrutinio. El rol social y la ética no pasan desapercibidas.

“La gente realmente ha dejado de comprar a las empresas solo porque les gustan sus productos. Quieren saber qué representan, dónde invierten su dinero y recursos, a quién contratan, cuál es su ética e incluso sus opiniones políticas y sociales”, dice Jackson.

Cita como ejemplo el de Hootsuite, luego de que empleados expresaran públicamente su opinión sobre los negocios de la compañía con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. La publicidad negativa y el rechazo de sus clientes fueron tales que la llevaron a anular el trato en septiembre.

Atrae equipo

En cuanto a la atracción de personal, Jackson lo relata en primera persona: “Llevaba años siguiendo la evolución de la empresa, por lo que tenía una idea acabada de lo que era Baremetrics. Además, poder ver sus finanzas me dio más confianza de que iba a unirme a una startup que continuaría en el ruedo al menos durante los próximos años”.

Facilita la colaboración

Otro aspecto positivo es la colaboración, sobre todo, en tiempos complicados como el de la pandemia. Baremetrics compartió en Twitter respuestas de compañías sobre sus abordajes de las dificultades para promover esa cooperación en la comunidad y obtener beneficios comunes.

 

Y apertura… en las malas

La advertencia es que ser abierto no solo será en las buenas, sino también en las malas. Y si, por ejemplo, tienes pocos usuarios y ventas bajas, podría operar en sentido adverso, como marketing negativo y desalentar a potenciales clientes.

Según Jackson, “el principal aspecto negativo que conlleva adherir a este movimiento es cuando el negocio no funciona tan bien”. Pero eso es parte del negocio, dice. «No creo que las personas sean menos propensas a usar Baremetrics porque ven que nuestro ingreso mensual está caído”.

Por ejemplo, después de noviembre de 2019, Baremetrics atravesó un período de menores ingresos. “Eso no impidió que la gente se inscribiera, y recientemente alcanzamos cifras récord”, dice Jackson.

Serradel López destaca que, aunque por el momento ve solo una tendencia incipiente y que podría no ser la receta adecuada para todos, “contribuir a la transparencia es bueno, y el mostrarse tiene mas puntos positivos que negativos”.

 

¿Hace falta tanto? Dónde parar  

Tanta apertura puede no siempre ser el camino acertado. En el caso del acceso irrestricto a la información interna, es útil abordar el caso de Buffer, que decidió dar marcha atrás con el acceso irrestricto a emails.

Según se explica en un posteo del blog de la empresa, al compartir todo en nombre de la transparencia, las casillas de mails se saturaron y se volvió una carga.

La política, aplicada desde 2014, promovía el compartir las comunicaciones entre los equipos (“No hay secretos”), incluso como una forma de eficiencia colectiva.

¿Qué pasó con ese principio?  “Nuestro equipo creció”, explica Hailley Griffis, jefa de relaciones públicas. Así, estima, 80 personas que trabajan de forma remota, con contactos por mail estimados en 3.160, se volvió un volumen en la casilla de entrada difícil de manejar, con información interna y externa, que un sistema de filtros por relevancia no pudo solucionar. Tampoco una herramienta que probaron en busca de una solución, llamada “Buffmail”. Solo resultó en más trabajo.

La solución fue un sistema llamado «Threads» (hilos), que tiene espacios con información relevante para todos, y espacios por áreas, proyectos o localización opcionales, para organizar ese flujo de comunicación.

 

Buffer_open startup_StartPoint

 

Y tú, ¿qué crees? ¿Hasta dónde compartirías tu información?

 

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