Especialistas analizan el mercado de las APPs 10 años después de la creación de la App Store y Google Play ¿Siguen teniendo cabida en nuestros móviles? 

¿Cuáles son las oportunidades para los emprendedores y los desafíos pendientes?

 

En 2008, apenas un año después de que Apple revolucionara el mundo de la telefonía móvil con el iPhone, la compañía introdujo un complemento no menos novedoso, dando parte a desarrolladores externos: la App Store. Con pocos meses de diferencia, Google, que expandió su Android por el corazón de la mayoría de los smartphones, lanzó el Android Market, su propio repositorio de aplicaciones hoy conocido como Google Play.

A diez años de aquél momento, estas dos plataformas controlan el mercado con un total de más de 5 millones y medio de aplicaciones. Semejante multiplicación, acelerada por la evolución en la industria a través del tiempo y las estrategias mobile first, produjo cambios en el negocio.

Las apps maduraron dando origen a un ecosistema en el que se relacionan gigantes y pequeñísimos jugadores. Como en una jungla, si bien es cierto que suele imponerse el más grande, también hay convivencia y espacio para los demás.

Las apps avanzaron en tecnología y desarrollo, hallaron fórmulas de monetización, generaron métricas y promovieron un nuevo consumo de productos digitales, no sólo por parte de los usuarios, sino también por parte de las empresas. Las descargas variaron por rubros y por modas, y el tiempo de los usuarios se hizo cada vez más selectivo.

Todo condujo a un presente de grandes cifras. En 2017, casi 4000 millones de dispositivos conectados generaron 178 mil millones de descargas de aplicaciones, gastando más de US$ 81 mil millones (casi €67 mil millones al cambio actual) en las tiendas virtuales, según datos de la firma de mercado especializada App Annie.

La proyección para este año es que, por primera vez, los consumidores superarán los US$100 mil millones (unos €85 mil millones). Nada mal, ¿verdad?

“Pero la luz que brilla con el doble de intensidad, dura la mitad de tiempo”, dice el CTO de Santander Universidades, José Manuel de la Chica, recordando la frase de la película Blade Runner.

¿Es que a las apps les ha llegado el ocaso?

 

Los especialistas creen que no. Y lo sostienen, pese a que el uso de apps se ha desacelerado significativamente en 2017. Y más, pese a que por primera vez en su historia, la cantidad de publicaciones en la AppStore ha caído –con una bajada de 29% el año pasado- como refleja el blog especializado appfigures.

Si eso no es un retroceso… ¿qué es? Los expertos consultados por StartPoint lo responden, y revelan oportunidades en el sector.

 

Presta atención, porque sus opiniones serán útiles, tanto si eres desarrollador, como si piensas crear una app para impulsar un negocio de otro tipo.

 

Tras el auge, la consolidación

 

Hace unos años vivimos el apogeo del mercado de las apps. Pero es ahora, cuando se ha consolidado, que de verdad se están haciendo aplicaciones diferenciales que realmente aprovechan las capacidades de los móviles”, dice de la Chica, que también ha acumulado experiencia en el área de Nuevos Negocios Digitales del BBVA. “Las apps se han constituido como un canal, un producto digital más, para llevar tecnología a consumidores y a empresas”, agrega.

Ignacio Barrea, Coordinador Académico de Digital House -una revolucionaria coding school argentina que forma profesionales digitales-, compara el inicio de las apps con el de los sitios Web. “En los ’90, muchas empresas querían tener su página Web, sin saber para qué. Con las apps pasó lo mismo: muchos las desarrollaron, solo por tenerlas. Diez años después, las empresas saben que las apps tienen una utilidad distinta, y los usuarios ya entienden las ventajas y son más selectivos”, dice. Por ejemplo, una app de una aerolínea será útil para viajeros frecuentes, pero si una empresa de alquiler de disfraces hace una app, la baja frecuencia de la transacción no motivará demasiadas descargas, y la inversión habrá sido en vano. “Una Web responsive [cuyo diseño se adapta al dispositivo] sería una solución más efectiva y barata”, agrega Barrea.

Este enriquecimiento en calidad del ecosistema digital, lo fue transformando y expandiendo. Por un lado, incrementó la competencia, ya que la democratización de la tecnología para desarrolladores hoy permite competir a pequeñas empresas contra las grandes.

“Antes ganaba el que tenía más infraestructura; hoy, una startup puede desarrollar un producto a bajo costo que compita con los grandes”, dice Barrea.

Pero el mejor acceso a tecnología también creó nuevas relaciones en el mercado. “La economía de las apps -dice de la Chica- es en gran parte la economía de las APIS” (Interfaz de Programación de Aplicaciones). En lenguaje terrenal, es lo que permite a empresas participar del negocio de grandes compañías, y ofrecerles servicios.

De la Chica lo ve como una tendencia: “Vamos a un modelo en el que, si bien habrá apps con pocos usuarios que son sostenibles, habrá cada vez menos aplicaciones, con más start ups dedicadas a crear un servicio que se agrega en aplicaciones de terceros y suma una nueva capa de valor sobre la tecnología”, describe. Los chat bots, que usan inteligencia artificial, son un buen ejemplo de este modelo que define como una gran oportunidad para emprendedores.

Apps De la Chica Fuente: Freepik

 

La opción parece tener más posibilidades de rentabilidad. Es que aunque la tecnología se haya democratizado, tener éxito entre los consumidores no es sencillo para los de presupuesto limitado. Como advierte el especialista de Digital House, “la gente no descarga aplicaciones porque explora en las tiendas, sino porque le llegan a través de recomendaciones en medios o influencers, y eso cuesta dinero”.

En los juegos disponibles en la App Store, por ejemplo, el porcentaje de descargas que se producen por exploración llega al 26%, revela un estudio de Sensor Tower. Lo que, sin ser despreciable, habla de oportunidades reducidas para lucirse en un océano de iconos.

 

Juegos, finanzas, deportes… ¿A qué apostar?

 

Ahora sí. Afina el lápiz para tomar nota de las categorías que prometen.

Por empezar, echa un vistazo a las cifras. Un reporte de Flurry, una firma que analiza el uso de apps en 2600 millones de aparatos alrededor del mundo, mostró una expansión de sólo 6% en el uso de las apps en 2017, poco más de la mitad del crecimiento registrado en el año anterior. A pesar de que los usuarios pasan más tiempo navegando en sus móviles, el informe indica que para las apps ya no hay mucho más tiempo de los usuarios por conquistar.

Claro que en este promedio hay ganadores y perdedores. Entre los primeros están las apps de compras, información y entretenimiento, y servicios financieros (fintech). Entre las que caen, hay apps de bienestar y juegos.

 


Fuente: Flurry Analytics 2016-2017

 

Entre el claro ascenso de las apps de servicios, los expertos coinciden en destacar las dedicadas a servicios en la vida real, es decir, las que aportan soluciones a temas críticos para las personas, como la pareja o el dinero –piensa en Tinder, Happen, o en la app de tu banco-.

En cuanto a las características de los desarrollos que de la Chica ve en proyección, hace énfasis en las tecnologías emergentes: “Hay mucho que aportar, sobre todo emprendedores, para poner en uso las tecnologías que están transformando el mercado, como inteligencia artificial, realidad aumentada y realidad virtual; eso realmente va a aportar valor y mejorar la vida de los usuarios”, dice el CTO de Santander Universidades, que ejemplificó el potencial de la implementación con el juego Pokemon Go que fue un hit por introducir la realidad aumentada.

 

Apps Pokemon Go realidad aumentada

Pokemon Go triunfó con la inclusión de la realidad aumentada. Según los expertos, esta tecnología sigue ofreciendo mucho potencial para los nuevos emprendedores.

Monetización: ¿Prueba superada?

 

Es cierto que la industria ha logrado ganar dinero con las apps, y que eso seguirá. De acuerdo con las proyecciones de App Annie, el gasto de los consumidores crecerá a US$ 156,5 mil millones (€132.9 mil millones) al cabo de los próximos cinco años, cuando se estima, el número de apps instaladas se acercará al equivalente de una por persona en el planeta.

Sin embargo, los especialistas no creen que el desafío de la monetización sea una prueba superada para el conjunto de esta industria, donde la distribución de los ingresos dista de ser equitativa. Barrea lo fundamenta con datos publicados por AdMob, una herramienta de Google para monetizar apps con avisos publicitarios: “Sólo 2% de las apps en las tiendas de aplicaciones generan el 54% de ingresos”. Por otra parte, agrega, la gran mayoría de las apps que usan este servicio (74%) no ha logrado generar más de US$ 100 (€ 85) de ganancia.

“Por más que haya empezado a caer el uso, las apps de juegos son el gran titán de la industria, ya que se llevan más de la mitad de los ingresos”, destaca Barrea.

Las apps que mejor han resuelto el enigma de cómo generar dinero son los juegos. “Por más que haya empezado a caer el uso, las apps de juegos son el gran titán de la industria, ya que se llevan más de la mitad de los ingresos”, destaca Barrea. El motivo a su entender es que la monetización en esta categoría masiva ha madurado bajo una modalidad distinta. Esta fórmula es la llamada in app purchase, que refiere a las compras de bienes virtuales en los juegos. “En cambio, monetizar con publicidad ha resultado bastante ineficiente”, distingue Barrea.

En la misma línea, opina de la Chica: “La monetización no ha dejado de ser un desafío, por eso sigue siendo clave que las apps aporten un valor y que el usuario pueda percibirlo. Cuando eso ocurra, y el usuario sienta que tiene que pagar porque esa app soluciona algo importante en su vida, hemos solucionado el problema”. Ese es, a su criterio, el “techo de cristal” que aún tiene que romper la economía digital. Tu también puedes ayudar a superarlo.

 

Las favoritas

Estas apps han sido, según el ranking de la firma Sensor Tower, las más descargadas en 2017 a nivel global.

 

Ranking Apps

 

Fuente: SensorPower

 

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