Cuando Teo llegó a mi vida pesaba 6 kg. Con él, llegaron unas 1.000 pulgas-así a ojo- y una garrapata. Estaba bastante despeluchado y desnutrido. Durante los primeros meses, se dedicó a mordisquear todos los muebles de mi casa. Tenía preferencia por los de madera. Los cables, por suerte, nunca le llamaron demasiado la atención.

Hoy, más de un año después, pesa unos 35 kilos y ya solo muerde sus juguetes- bueno, más o menos-. Y aunque ya te lo puedes imaginar, te lo confirmo: Teo es un perro: mezcla de Border Collie y Pastor Vasco.

Tener una mascota, ya sea perro, gato o hurón, te adentra en un mundo desconocido: vas a aprender a diferenciar razas, aprenderás qué alimento es mejor, qué cepillo elegir según cada pelaje y podrás contar cada una de las gracietas que hace tu animal – y tendrás muchas pruebas gráficas de ello en tu móvil-. El club de “tengo mascota” crece cada año y con él una nueva industria: la Pet Economy.

Uno de cada cuatro hogares españoles tiene al menos una mascota.

 

Junto a Teo, en España hay censados 6.733.000 perros, según la asociación European Pet Food Industryen 2019Y es que, casi el 40% de los hogares españoles convive con una mascota: unos 20 millones de animales de compañía censados entre los que se cuentan perros, gatos, aves peces y “otros”- desde hurones a lagartos-.

Fuente: FEDIAF

A nivel europeo, se estima que 85 millones de hogares tiene una mascota en su hogar. La Pet Economy movió en 2019, solo en el territorio de la Unión Europea, 19.700 millones de euros, con una tasa de crecimiento del 2,6% respecto al año anterior.

Pero no solo los europeos son pet lovers, en Estados Unidos se estima que en el 54% de los hogares hay una mascota y se espera que el porcentaje crezca hasta un 4% este 2021, con un total de 71 millones de hogares en el que conviven con al menos un animal. La American Pet Products Association (APPA) publica que el 2020 fue un año récord para la industria: con unas ventas que ascienden a los 103.600 millones de dólares.

Pero si todavía no estás seguro del potencial de esta industria, un último apunte a las cifras del gigante asiático. En China el 22% de las familias conviven con un peludo, con 99,15 millones de perros y gatos con nacionalidad china en 2019 y un gasto asociado de 29.000 millones de dólares. Gasto que se triplicará según la firma Frost & Sulivan en menos de tres años: para 2023 la industria de las mascotas en China espera alcanzar la cifra de 66.800 millones de dólares anuales.

Y ni el coronavirus parece haber frenado su crecimiento mundial: el gasto medio anual por mascota/hogar crece y se suma al componente emocional: las personas que cuentan con la compañía de su mascota han podido sobrellevar mejor los largos confinamientos y la ausencia de contacto físico.

Pet tech: tecnología al servicio de nuestros peludos

Gadgets, Apps, veterinarios online o dispositivos electrónicos que miden la cantidad de comida ideal. El sector tech de las mascotas está en auge y no deja de crecer. Hace menos de un mes la startup Barkibu cerraba una ronda de financiación de 4,7 millones de euros. Con sede en A Coruña y presencia en más de 30 países, Barkibu es una plataforma basada en inteligencia artificial, un asistente veterinario que funciona los 7 días de la semana las 24 horas. A través de un cuestionario simple sobre la sintomatología, analiza las respuestas de los propietarios y las compara con casos similares para dar consejos sobre el tratamiento. Además, ofrece acceso remoto a veterinarios y seguros para mascotas.

Otras, como Kibus Pet Care, centran el tiro en ofrecer comida saludable con facilidad y ahorro de tiempo para los propietarios: Kibus es un electrodoméstico que cocina comida para mascotas– gatos y perros- a partir de alimentos deshidratados. Se puede programar y ofrece la cantidad de comida prefijada por el dueño. Sirve el alimento a la temperatura adecuada y cuándo llega el momento de la comida, avisa al animal a través de una señal acústica.

En el área del juego, la tecnología también avanza. PlayDate es, básicamente, una pelota con cámara integrada con la que podrás visualizar a tu mascota. Desde tu móvil, si estás en el trabajo, de vacaciones o simplemente fuera de casa. Dotada con 5 megapixeles, también cuenta con micrófono para que puedas interactuar y llamar su atención.

¿Uno de los mayores temores a los que se enfrentan los dueños? Que se pierda o escape tu mascota. Al año en España se pierden unos 200.000 gatos y perros. Por ello, en los últimos años han proliferado las soluciones a través de localizadores.

La mayoría de ellos funcionan a través de una app para tu móvil y siguen a las mascotas en tiempo real. Normalmente se ubican en el collar y, aunque su uso no está generalizado, cada vez existen más opciones en el mercado: Kippy – trabaja con un red GSM y lleva una linterna incorporada que puedes encender desde la app al aproximarte a la ubicación marcada- Tractive– resistente al agua y con una batería suficiente para de dos a cinco días- Girafus Pet Tracker– ideal para localizar a mascotas dentro de un espacio abierto limitado, incluido dentro de tu casa (algo que solo entenderán los que tengan gato).

Más orientado a profesionales, encontramos Dinbeat UNO, el primer arnés multiparamédico para perros. En diferentes tallas – para que lo pueda usar desde un Bichón Maltes a un San Bernardo- es un dispositivo wearable, para uso veterinario, que monitoriza en tiempo real y sin cables la salud de las mascotas. Con el arnés el veterinario puede visualizar en su móvil aspectos como la temperatura del animal, su posición, frecuencia cardiaca, electrocardiograma o la respiración.

Ganan fuerza también las ecommerce y los marketplace. Pero la tienda física se mantiene firme en este sector: el 89% de las ventas en España tienen lugar en las tiendas físicas. Seguro que ya conoces Tienda Animal o Zooplus. Menos conocida es Mascoteros, fundada en 2020 consiguió levantar 1 millón de euros para hacer crecer su equipo. Opera desde Barcelona y ofrece 100% online todo lo que necesitas para tu mascota.

La tienda física se mantiene firme en este sector: el 89% de las ventas en España tienen lugar en establecimientos físicos.

 

Innovación alimentaria

Si hay algo que cada vez valoran más los amantes de los animales es lo referido a su alimentación. No solo eso, si no que se lleva cerca del 80% del presupuesto anual del gasto en mascotas: de los casi 1.300€ que desembolsamos de media para su cuidado, 840€ son solo en alimentación.

Pero… ¿qué buscamos en la alimentación de nuestros animales de compañía?

Lo primero, calidad: alimentos naturales y nutritivos, sin aditivos innecesarios. Y es que el realfooding también ha llegado al mundo animal. Desde la dieta BARF, o el habitual pienso, pero elaborado con primeras calidades y, en muchas ocasiones, diseñado en función de las características de cada perro -desde raza, nivel de energía, edad, tamaño, alergias, entre otros-. Algunos ejemplos:

Frankie the King: comida sana y a domicilio. Totalmente personalizada con edad, peso, raza, alergias… podrás crear un plan completo para cubrir totalmente sus necesidades.

Happets: comida saludable personalizada. Han creado un algoritmo- en colaboración con veterinarios- para dar con el pienso perfecto y en la justa cantidad. La comida para cada “cliente” se cocina de manera individual, – si no hay dos perros iguales… ¿por qué su comida si debería serlo? -.

Éstas y bastantes más marcas, tienen una apuesta clara: calidad y personalización. En un mercado lleno de opciones han aparecido dos alternativas que aún no han explotado todo su potencial.

 

Proteína vegetal

Si en otro post ya hablábamos de la carne vegetal, esta tendencia también crece en el mundo animal. Mucho más aceptado para los perros que para los gatos- al ser los primeros omnívoros- y no alejado de polémicas, sus creadores apuestan por su calidad proteica, principal dificultad de una dieta vegetal por lo que se requiere un mayor control de su correcta ingesta.

Wild Earth promete en su página web que su pienso tiene “más proteína que la mayoría de las marcas de alimentos para perros premium” pero con un menor uso de recursos. Su CEO, Ryan Bethancourt, aboga por este estilo de alimentación ético y sostenible: “La mayoría de veterinarios sostiene que una dieta libre de carne es igual de saludable que la tradicional”, explicaba hace justo un año en el programa de televisión Shark Tank, donde consiguió que Mark Cuban invirtiese en su startup de alimento vegano 800.000 dólares.

Proteína animal… no convencional

Son una fuente completa de proteínas, su explotación origina un menor impacto medioambiental que la tradicional y pueden constituir el futuro de la alimentación tanto para los humanos como para los animales. Hablamos de los insectos y, aunque a muchos la idea de llevarnos una hormiga a la boca no nos convenza del todo, algunas startups ya asoman la pata en esta nueva opción.

Por poner algunos ejemplos: HiProMine comercializa pienso para perros a base de insectos y destaca que este tipo de alimentación está libre de antibióticos. Otros, como Reglo, también ofrecen una alternativa sostenible con insectos producidos de manera sostenible y que contienen todos los ácidos, grasas, proteínas y minerales esenciales.

Y si has llegado hasta aquí, y tienes curiosidad por ver a mi perro, a Teo, te dejo una foto pinchando aquí- y verás que no exagero cuándo digo que es el perro más bonito del mundo-.