Las apps móviles pueden ser la piedra angular sobre la que erigir un modelo de negocio triunfador. Pero detrás de esta épica del emprendimiento hay que tener bien claro qué producto desarrollar y la tecnología más adecuada. Contar con un buen análisis inicial puede salvarte de emprender con mal pie.
¿Qué te vas a encontrar?
- ¿Por qué leer este post?
- Tipos de apps móviles – Ventajas y desventajas
- App nativa
- App híbrida
- Web app
- Qué implica desarrollar una app móvil
- Modelo de negocio
- Desarrollo de producto
- Equipo humano
- Marca y posicionamiento
- Adquisición de usuarios
- Retención y fidelización
- Y entonces, ¿qué es lo siguiente?
¿Por qué leer este post?
Cuando pensamos en startups solemos pensar en equipos muy jóvenes que innovan en el mercado a través de una aplicación móvil que se hace viral. Y no es casualidad. Casos como Glovo, Cabify, Fever o el mismísimo Facebook o Instagram han nacido a partir del móvil y han conquistado el mundo con estrategias de mobile growth extremadamente sofisticadas.
En el ya célebre documental “El dilema de las redes sociales” de Netflix, podemos entender muy bien de la mano de estos ingenieros al más alto nivel, cómo funciona el diseño y desarrollo de un producto digital. La cosa va mucho más allá de botones o push, se trata de convertir una app en parte de tu vida y de tu interacción social.
Para empezar a saber por dónde guiar nuestros pasos cuando emprendemos con apps, lo primero es entender las diferencias entre desarrollar un producto digital para navegadores o como aplicación móvil.
Glovo ha cambiado muchas de las costumbres de consumo más arraigadas en nuestras ciudades. Se ha hecho parte de lo cotidiano, pero ¿cómo podemos llegar a tener un impacto tan alto con el desarrollo de una aplicación móvil?
La respuesta es una combinación de muchos factores, entre ellos, tener muy claro un modelo de negocio que se sustenta en el uso continuado de la app. También implica saber iterar el producto de forma adecuada a través del análisis del comportamiento del usuario y encontrar la solución a un problema muy concreto de forma eficiente. Por último, elegir una app, una web o una app para navegadores, determinará tu estrategia de captación digital y crecimiento mucho más de lo que crees.
Pero el objetivo de este artículo es algo más concreto, queremos entender cuándo es mejor usar una u otra opción. Para empezar a saber por dónde guiar nuestros pasos cuando emprendemos con apps, lo primero es entender las diferencias entre desarrollar un producto digital para navegadores o como aplicación móvil.
Tipos de apps móviles – Ventajas y desventajas
Cuando hablamos de desarrollo de apps nos encontramos con cuatro grandes tipos: apps nativas, app híbrida, web app y React Native. Vamos a verlos uno a uno con sus ventajas e inconvenientes más básicos.
App nativa
Son las que se desarrollan en el lenguaje nativo de cada sistema operativo (IOS, Android) aprovechando al máximo los recursos del dispositivo. Para entenderlo, instalar una app en tu teléfono sería similar a instalar un programa en tu ordenador. Dan tiempos de respuesta mucho más cortos y se pueden utilizar sin conexión a internet.
- Ventaja: el grado de interacción con el usuario es mucho mayor que una web, así como la capacidad de obtener datos.
- Inconveniente: Es más costoso crearlas y requieren de un desarrollo y mantenimiento doble (uno por cada sistema).
App híbrida
Se construye de forma similar a una página web, pero se utilizan a través de un navegador integrado dentro de una aplicación nativa. Este tipo de apps se adaptan a los dispositivos y permiten una experiencia del usuario muy similar a una app nativa. Existen diferentes lenguajes como React Native o PWA ((Progressive Web Application).
- Ventaja: Son más baratas al utilizar sólo una fuente de código. Se suelen usar para apps efímeras o en fases de transición (a apps nativas).
- Inconveniente: La experiencia del usuario se puede ver afectada ya que muchas funcionalidades se activan mediante plugins.
Web app
Se trata de una web embebida en una aplicación que actúa como navegador. Esto permite que la visualización en móviles tenga una apariencia de app pero con las mismas limitaciones que si se tratase de una página web. Este tipo de apps están construidas con web responsive design, es decir, que se adapta perfectamente a cualquier tamaño y características del dispositivo.
- Ventaja: Es la más sencilla y barata de desarrollar.
- Inconveniente : No tendrá las funcionalidades ad hoc de una app nativa por las limitaciones del lenguaje.
Ahora que tenemos más clara la parte técnica, necesitamos entender qué diferencia realmente el desarrollo de tu modelo de negocio en torno a una app móvil o en versión web. Te puede parecer lo mismo, pero te aseguro que implica factores que, a la larga, pueden determinar el éxito o el fracaso de tu proyecto.
Qué implica desarrollar una app móvil
Tengo varias anécdotas reales sobre el problema que ha supuesto para pequeñas startups afrontar el desarrollo desde cero de una app. Esperar casi un año para la versión beta y encontrarse con mockups cuyos botones no llevan a ningún sitio. Retrasos interminables en el desarrollo que han costado miles de euros. Por no hablar (que lo haremos más adelante en el artículo) de lo difícil que es posicionar una app en los stores y desarrollar campañas de marketing para adquirir usuarios.
Veamos punto por punto las principales cuestiones a tener en cuenta cuando nos planteamos emprender con una app móvil.
Modelo de negocio
Ya hemos hablado de la importancia del por qué de una app. Si me voy a instalar algo en mi teléfono y va a poder acceder a mis datos debe ser algo muy interesante, algo que realmente me aporte en mi día a día.
Por eso te recomiendo muchísimo no lanzarte a desarrollar una app si no has pensado claramente la relación que habrá entre la experiencia del usuario y el problema que vas a resolver.
A partir de ahí deberás exprimirte la cabeza para averiguar los touchpoints con el usuario donde se va a producir la monetización de tu app. Por decirlo de un modo más sencillo, qué funcionalidades o servicios aporta al usuario tu app para que esté dispuesto a pagar por usarla.
Ejemplos de apps que tienen un por qué:
Una app de banca que está adaptada a la experiencia del usuario en móvil.
Una app de puntos en gasolineras o supermercados como fidelización.
Apps de fitness/ dejar de fumar/ Aprender un idioma/
Desarrollo de producto
Desarrollar una app no es hacer una web. Es crear un producto digital para que sea utilizado por el usuario con un fin muy concreto. Necesitas skills muy diversos para poner foco y crear un prototipo que pueda pasar a desarrollo con todas las garantías.
Si quieres desarrollar una app desde cero, ten presente que debes tener muy clara su función y cómo el usuario va a interactuar con ella. Y que cuanto antes la puedas testear con usuarios reales y verifiques tus hipótesis sobre su uso, antes sabrás si tu propuesta de valor es tan buena como creías.
Es cierto, que en el territorio de las apps, podemos encontrar puntos comunes en cuanto a navegación y usabilidad. Si das con un buen equipo desarrollador te guiará en cómo llevar a cabo tu producto, pero no será fácil ni barato si no tienes experiencia en el tema.
Consejos sobre desarrollo de producto:
- Intenta trabajar con metodologías ágiles porque están pensadas para desarrollo de producto.
- Testea el prototipo con usuarios reales antes de pasar a desarrollo. Es sorprendente la cantidad de sorpresas desagradables que puede ahorrarte antes de salir al mercado con una app que nadie quiere.
- Diseña el recorrido de un usuario hasta el final. Escoge un caso de uso y trabaja en él al detalle. Después pasa al siguiente caso de uso.
Equipo humano
Ya has visto que según el tipo de desarrollo técnico que implique tu app tendrás que trabajar en un lenguaje u otro. Hay diferentes perfiles dentro del ámbito de la programación, hay profesionales muy especializados en sistemas operativos IOS o Android, otros que abarcan distintos lenguajes como los full stack.
Si decides montar tu propio equipo de desarrollo in house ten en cuenta que vas a necesitar una inversión importante en equipo técnico que dé soporte a toda la app. Y si necesitas varios desarrolladores es conveniente que pienses en contratar a un CTO (Chief technical officer) que lidere el departamento.
Y además deberías tener un diseñador de experiencia de usuario que diera forma, sentido y recorrido a todo el código. Y un buen marketer con capacidades de copy o un copy que sepa de digital y escriba esos textos dinámicos que necesita toda app para diferenciarse del resto.
Realidad: Desarrollar una app es caro. Y muy complejo. He participado en varios proyectos de estas características y había un equipo técnico más grande que el resto de la plantilla.
Puedes leer este artículo si quieres profundizar en el tema de los equipos IT para startups.
Marca y posicionamiento
Seamos sinceros, ¿qué es lo primero que haces cuando te enamoras? Desinstalar Tinder. ¿Y cuando ya has encontrado casa? Desinstalar Idealista.
Las apps ocupan espacio en los teléfonos y cuando cumplen el objetivo se desinstalan. La fidelidad a una app es la misma que a una gasolinera o un super de paso. Las apps flojean siempre en una métrica fundamental: el tiempo de vida de un usuario (CLV o customer lifetime value). Esta métrica mide el tiempo que transcurre desde que se adquiere al usuario hasta que se desinstala la app.
Por eso, aquí el consejo que te doy y que tengo comprobado que funciona es que trabajes tu marca más allá de tu app. Glovo o Tinder o AirBnB lo hacen. Porque la realidad es que al final te la vuelves a instalar y sigues siendo un usuario cuando te rompen el corazón o quieres mudarte.
Adquisición de usuarios
Esto tiene mucha miga. Si tuviera que darte mi opinión personal a partir de mi experiencia en este terreno, aquí reside la principal diferencia entre elegir apps nativas o web apps. La estrategia de adquisición es super compleja en los stores si lo comparamos con derivar tráfico a una landing o web para conseguir registros.
Adquirir usuarios para una app es una estrategia cara si no se sabe hacer bien. Requiere de diseños, creatividad constante, mucha optimización y traqueo. Por no hablar de las constantes restricciones de las plataformas (especialmente Apple Store y la plataforma para anunciantes de Facebook) y cambios en las políticas.
Mi consejo es que arranques tu fase de growth en marketing de campañas CPC (coste por click) y pases cuando estés seguro y tengas presupuesto a adquisición en app.
Retención y fidelización
¿Te ha pasado alguna vez que descargas una app y no sabes si lo has hecho bien? No te llega ninguna confirmación ni correo electrónico, nada. Otras veces pasa al contrario, que recibes cinco emails seguidos que no contienen información de valor. Y ¿te has fijado en estas notificaciones que recibes del banco, del súper con ofertas o de Facebook cuando hace dos días que no entras?
Se trata de los flujos de usuario y son mensajes automatizados que se activan cuando el usuario hace o deja de hacer algo. Es el recorrido que sigue el usuario hasta llegar a la fidelización. Es decir, el uso continuado y diario de la app.
Hay apps que saben hacerlo muy bien y consiguen que entremos constantemente porque tal o cual persona ha recomendado una foto. O porque hay noticias de actualidad que nos estamos perdiendo. O porque hay personas afines a cien metros.
Los flujos de activación y retención de los usuarios de una app son la clave para diferenciarse, crear un vínculo y conseguir llegar a fidelizarlos.
Y entonces ¿qué es lo siguiente?
Ahora que ya tienes más claro qué tipos de apps existen y qué implica desarrollar y lanzar una desde cero plantéate estas últimas preguntas accionables a modo de conclusión:
- ¿Mi app tiene una función concreta para solucionar un problema detectado en el mercado?
- Esa función, ¿sólo se puede cubrir con una app o hay otros formatos digitales que puedan dar solución al problema?
- ¿De qué manera voy a monetizar esa app?
- ¿Por qué funcionalidades de tu app te pagará el usuario?
- ¿Qué equipo humano necesito y cómo voy a lanzarla al mercado?
Ahora ya sólo te queda decidir cómo vas a llevarlo a cabo. ¡¡Suerte y a por ello!!
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